La peonía es una de nuestras flores favoritas en casa, ha estado siempre
presente en momentos importantes, en celebraciones familiares.
Es una flor de mayo - junio, que puedes empezar a encontrar a final de abril.
Sus “bolas” perfectas, formadas por capas de pétalos suaves con sus diferentes formas y tonalidades son de una delicada belleza, que cuando se van abriendo se convierten en “otra” flor, una desordenada y hermosa que muestra otros tonos y vetas, y debe ser por esas distintas caras que no me canso nunca de fotografiarlas y año tras año a las ya existentes en mi escritorio sumo miles de fotos más.
En auka este amor por las flores y sus colores, tan difíciles de trasladar a un
tejido, se traduce en miles de estampados que campan a sus anchas por
nuestras tiendas en forma de pañuelos, vestidos, faldas o blusas, el color en
una constante en nuestra propia colección auka y en nuestra selección de
producto de las marcas que nos acompañan.
En la cultura oriental la peonía es símbolo de “riqueza y honor” pero también
simbolizan la belleza y la unión del matrimonio, además se relacionan con el
amor a primera vista o ese enamoramiento entre dos personas que aún no se
conocen.
Regalar peonías se convierte en un gesto de amor y buenos deseos en la vida,
en auka tomamos nota.
Existen más de 30 especies de peonías plantas distintas y sus colores suelen
ser el blanco, el rosa y el rojo en sus distintas gamas que pueden ir desde un
coral hasta un granate.
Las peonías llegaron a Europa a finales del siglo XVIII pero mucho tiempo atrás
ya se utilizaban en China por las propiedades medicinales que se le atribuyen a
sus raíces. Se cree que las peonías tienen propiedades antiinflamatorias,
antioxidantes y analgésicas, lo que las convierte actualmente en una opción
popular para la medicina natural.
Pero volvamos a la flor en sí, en casa nos gusta colocarlas en jarras y
recipientes de cerámica blanca como el de la foto, una pieza de
@luzioconceptstore, nuestros vecinos en auka Barcelona, y en vasos de cristal
antiguos con iniciales o cenefas grabadas. Solemos utilizar las hojas de la
propia flor, para hacer pomos que repartimos por casa…y cuando empiezan a
marchitar les damos una segunda vida cortando el tallo y colocándolas en
pequeños boles o recipientes bajos con agua.
Para los que saben pintar con acuarelas es una flor con tantos matices que
imagino es un placer ir perfilándola, yo nunca me he atrevido a hacerlo pero
creo que este año ¡saco los pinceles y me lanzo a ello!
Aquí os dejamos algunas fotos del último ramo que nada más volver de
Indonesia entro por nuestra puerta.
Este post está dedicado a María Bosser, florista, diseñadora y autora de
Preparada un canto a la vida. En su presentación este pasado martes María
recibió un maravilloso ramo de peonías…y curiosamente habló de las
acuarelas y las emociones, este post se escribió semanas antes de esta
presentación y por el tema y las coincidencias pensé que sólo podía ser para
ella.
Con todo nuestro cariño para ti María.